martes, 25 de enero de 2011

Fallece Samuel Ruiz, el obispo defensor de los indígenas



Se fue El Tatic
Samuel Ruiz será despedido hoy por los suyos, los indígenas
Cárdenas: ojalá hubiera mucha gente como él, trabajando cerca de la gente
Camacho Solís: creó mayor conciencia sobre el problema de los pueblos indios
Ariane Díaz, reportera, y Mariana Chávez y Rubicela Morelos, corresponsales
 
Periódico La Jornada
Martes 25 de enero de 2011, p. 2
El obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Samuel Ruiz García, falleció ayer a las 10 horas en la ciudad de México, a los 86 años de edad.
El prelado estuvo internado las pasadas dos semanas debido a deficiencias pulmonares y renales, problemas en las coronarias y las carótidas, y una prolongada diabetes, informó en un comunicado Felipe Arizmendi Esquivel, actual obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas.
Los restos del defensor de los pueblos indígenas recibieron un homenaje en la parroquia de Santa María de la Anunciación, en el Centro Universitario Cultural (CUC), y fueron trasladados por la noche a Chiapas.
Su cuerpo será velado en la Catedral de San Cristóbal de las Casas y enterrado este miércoles al mediodía. Acompañarán el cortejo representantes de las comunidades indígenas a las que él defendió por décadas.
Minutos después del deceso de quien fue mediador entre el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el obispo Raúl Vera López acudió al hospital del sur de la ciudad de México, adonde Ruiz había sido trasladado desde Querétaro cuando su estado de salud se agravó. Indicó que al momento de su fallecimiento, a ElTatic lo acompañaban su familia y colaboradores más cercanos.
El propio obispo de Saltillo y quien fue su coadjutor en San Cristóbal de las Casas, había impuesto la noche del domingo los santos óleos a Ruiz García.
Con su muerte, expresó Vera López, la Iglesia pierde un punto de referencia y la sociedad una figura de orden moral y de responsabilidad ética, que ejerció su misión desde una Iglesia al servicio del mundo, no de una Iglesia al servicio de sí misma, que se protege, guarda silencio y hace arreglos con el poder. Fue un hombre libre.
La ceremonia religiosa en el CUC inició alrededor de las tres de la tarde, si bien desde dos horas antes arribaron al lugar políticos, representantes de organizaciones civiles de defensa de derechos humanos y muchos miembros de la comunidad universitaria. Ahí, Cuauhtémoc Cárdenas lamentó la muerte del sacerdote y destacó la labor fructífera y valiosa que realizó durante años. Ojalá hubiera mucha gente como él, trabajando cerca de la gente, afirmó.
En tanto, Gabriela Juárez, secretaria ejecutiva del Observatorio Eclesial, calificó al obispo de profeta, y aseguró a pesar de su partida nos deja su luz, su lucha.
Luis H. Álvarez, quien fue miembro de la Comisión de Concordia y Pacificación en Chiapas durante las negociaciones entre el gobierno federal y el EZLN en la década de los noventa, comentó que el obispo marcó el camino en la defensa de los pueblos indígenas.
Manuel Camacho Solís, nombrado en 1994 coordinador para el diálogo en Chiapas por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, destacó que Samuel Ruiz creó una conciencia mucho mayor sobre el problema de los pueblos indígenas, y dio su ayuda para que lo que pudo ser una guerra prolongada se resolviera por la vía pacífica.
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Creremonia luctuosa en honor del obispo, en la capilla del Centro Universitario CulturalFoto FotoAlfredo Domínguez
Vera López recordó la llegada de El Tatic a un Chiapas plagado de injusticias y de abusos contra el pueblo indígena y contra los pobres. “Le tocó ver con sus propios ojos las espaldas de los hombres indígenas marcadas por el látigo de los finqueros.
“Toda esta situación de injusticias, de abusos, de trato inhumano para los indios mayas, es lo que no sólo con su palabra de verdad, de justicia y de amor en su proclamación de la dignidad que tienen los hijos y las hijas de Dios denunció.
“De esta manera Tatic Samuel ayudó a que quienes eran oprimidos y humillados se convirtieran, como anuncia el profeta Isaías, en robles de justicia, reparadores y reconstructores de ciudades devastadas”.
Todos y todas, aseguró Vera, somos testigos, quienes colaboramos con él en Chiapas y quienes conocieron su obra desde otros espacios, de lo que significó para él este trabajo por la liberación de los pueblos mayas que viven en Chiapas. Entendemos perfectamente por el texto del profeta Jeremías de dónde le venía la fortaleza inquebrantable que lo caracterizó.
Por separado, el arzobispado de México y la Conferencia del Episcopado Mexicano emitieron comunicados lamentando el deceso del obispo y reconociendo su labor por los pueblos indígenas.
La diócesis de Cuernavaca consideró el deceso como una pérdida irreparable para la Iglesia católica y la humanidad.
El obispo de Querétaro, Mario de Gasperín, definió a Samuel Ruiz comopastor generoso y ejemplar de esa porción de la Iglesia católica y hermano nuestro en el episcopado.
Samuel Ruiz radicaba en la capital queretana desde hace 11 años y celebraba misa los domingos en la parroquia de la Sagrada Familia de Nazareth, ubicada en la colonia Jardines de la Hacienda.
De Samuel Ruiz, el poeta chiapaneco Juan Bañuelos dijo anoche: “Hoy murió uno de los más grandes sabios que defendió toda su vida los derechos humanos de los pueblos indígenas de México, sobre todo en Chiapas. Su humildad y su grandeza humana fue el camino que nos hizo a los que convivimos con él en organizaciones de fraternidad y paz en la selva chiapaneca. Nuestra amistad fue muy cercana y de respeto en la manera de pensar sobre el futuro de nuestro país. Con él conviví en la organización por la paz, en el diálogo tras el alzamiento indígena de 1994 en nuestro estado, con el subcomandante Marcos al frente”.

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